Estar en la lista de contactos de una galería en Londres te permite, además de estar actualizado sobre las inauguraciones y novedades que presenta la galería, tener la oportunidad de asistir invitado si lo solicitas a todas las ferias que se celebran con asiduidad en la ciudad, bueno a casi todas. Esta noche se ha celebrado en Battersea Park, al sur de Londres, la inauguración privada de la edición número 15 de la Affordable Art Fair que se inaugura mañana día 13 marzo y hasta el 16 del mismo mes.

Desde que en el 1999 Will Ramsay organizara la primera cita con obras que oscilaban entre las 50£ y las 2.500£, se ha presentado una subida exponencial de galerías y participantes hasta hoy, en el que la feria presenta 17 fechas repartidas por todo el planeta. Ciudades como Nueva York, Singapur o Milán son sedes de un acontecimiento que en Londres visitan más de 20.000 personas. Los precios de los trabajos expuestos, se han adaptado a los tiempos y oscilan entre las 40 £ y las 4000 £, siendo una buena oportunidad para descubrir nuevos talentos que acaban de salir de la universidad, o simplemente husmear en el fondo de armario de galerías que aprovechan estos eventos para sacar a relucir sus gangas.

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Foto Miguel Mallol

Situada justo en medio entre TEFAF de Maastrich y ARCO en Madrid, sin tener ninguna pretensión de hacer frente ni por presupuesto ni por tipo de público a estos dos monstruos del circuito del arte mundial, se le ha unido en la fecha de marzo (repite del 23 al 26 de Octubre) la recién instalada en el pabellón Olympia Grand ART14, que este año tuvo lugar curiosamente dos semanas antes y que sirve de escalón gradual para los asiduos a las ferias de arte.

Estos eventos se han convertido en un tirón y un acontecimiento en el que pretenden desmarcarse del típico mercadillo, añadiendo instalaciones y actuaciones que sirven de publicidad y experiencia para los visitantes. Un teatrillo montado a modo de cabaret por parte de la asociación FRUI, invita a sentarse a presenciar el espectáculo con un cuaderno y un lápiz. Los participantes, durante la actuación en la que una mujer vestida de cisne se contonea provocante delante de sus ojos, deben realizar un dibujo que luego se cuelga en la pared externa del stand. Se pretende de alguna manera transmitir la experiencia vivida de una manera visual y concreta.

Paseando por los pasillos se nota que hay movimiento, las colas se acumulan delante del stand de embalaje que se ofrece como cortesía e incentivo para facilitar la compra y me paro a analizar el contenido expuesto. Pienso en el retorno de la pintura y el hecho que bate a la fotografía hasta que me doy cuenta que se ha dividido de una manera instintiva por sectores, ya que las fotografías de una realidad inquietante de John Rovira y Tom Chambers se enlazan con los mundos imposibles de Tom Leighton o las profundidades silenciosas y serenas de Beth Mitchell con los interiores de edificios solitarios e imponentes de Fabiano Parisi.

Los retratos de Kirsty Mitchell con instantáneas irrealmente perfectas, de colores inusuales y luz estudiada me encandilan, hasta que llego a la obra imperfecta de nubes perennes y personajes desafiantes de Jane Andrews. Sus óleos  me devuelven a la realidad heterogénea y desproporcionada de seres enfadados, amigos de las esculturas de Lars Calmar que nos recuerdan que somos humanos y que la imperfección puede ser bella, a pesar del paso del tiempo.

En estos extremos, entre stand y stand encuentro un tipo de trabajos con una presencia constante en el contexto contemporáneo como son el reciclaje o upcycling. La recuperación de materiales de deshecho o la reinterpretación de objetos cotidianos dándole un contexto artístico, se ven en diferentes tipologías con ejemplos como los animales de Julien García o los retratos de Jane Perkins, aunque en este caso se da un giro con derivados como los vestidos de Elisabeth Lecourt, los libros de Emma Taylor o los cuadros abstractos de Alberto Fusco que son una unión armónica de color y formas.

Otra tendencia repetida es la fusión del abstracto y el figurativo conservando esa pincelada dinámica de la pintura automática en pos de unas formas que se intuyen, que aparecen con ejemplos como Sarah Shaw y Bill Bate que nos pueden dar una idea de las posibilidades que existen con esta técnica.

Siguiendo mi visita encuentro una evocación de la Venus de Milo en rosa fluorescente y tamaño natural que sirve de modelo para las fotografías de la gente que posa sonriende. Es un punto intermedio entre la Venus clásica y la Venus de los harapos de Michelangelo Pistoletto ya que pretende representar la cercanía del arte con la gente, símbolo de la Affordable Art Fair.

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Finalizado el recorrido, al salir del recinto, me voy con la impresión de pensar en lo diferentes que son los mercados dentro del mundo del arte y la genialidad de una idea como ésta. Viéndolo desde un punto de vista positivo, la idea que se pueda tener acceso al arte de una manera más cercana invita a entender, compartir y disfrutar del mensaje de los artistas y a las galerías a compartir y ser más terrenales.