El arte, y la fotografía en especial, siempre ha constituido un reflejo de la historia y de la sociedad. Mientras Diane Arbus abordaba las cuestiones sociales en sus inquietantes retratos de las víctimas de la desigualdad, hoy día Tina Barley documenta la vida de la clase alta blanca neoyorkina. La tendencia está aún más palpable en las obras de la década de los 1980. Philip-Lorca diCorcia, mezclando la teatralidad con el mundo de la publicidad, lleva los acontecimientos cotidianos más allá del ámbito de la banalidad. Con la interacción fluida y fértil entre el mundo del arte, la música y el cine, las fotografías de Nan Goldin resumen la filosofía subyacente de la época: el reconocimiento de que la forma en que uno vive la vida es un acto inherentemente político. Los temas de la sexualidad, la identidad, la represión, el poder y el deseo se traducen en una poderosa síntesis de lo personal y lo político.
Es esta mezcla de lo privado y lo público lo que destaca en la exposición retrospectiva de Ouka Leele (Bárbara Allende Gil de Biedma, Premio Nacional de Fotografía de 2005) en la Galería Punto de Valencia. Testigo de la movida madrileña en la década de los 1980, junto a Pedro Almodóvar y Alberto García-Alix, la artista se convirtió en una diva indiscutible de la transición española, creando poderosos retratos de los protagonistas del movimiento cultural. La Galería Punto presenta una amplia selección de obras de la artista que abarca desde los años ochenta hasta mediados de la década pasada, desde sus comienzos madrileños, con retratos documentales en blanco y negro de Miquel Barceló, Rossy de Palma o Eusebio Poncela, hasta los desnudos y la expansión del color de las acuarelas o fotografías manipuladas digitalmente.
Contemporánea de Cindy Sherman, Ouka Leele comparte con la fotógrafa americana su predilección por el autorretrato, también presente en la exposición. Más de cuarenta obras de pequeño, mediano y gran formato, incluidas piezas de la colección de la artista particular expuestas por primera vez, componen la exposición, además de Noviendo y PourQuoi?, dos de sus últimas creaciones de videoarte.
Otra faceta de la obra de la fotógrafa es la relectura de la tradición pictórica clásica. Las impresiones digitales de gran formato realizadas en el Museo del Prado toman como punto de referencia Las tres gracias de Rubens o Las meninas de Velázquez. Las influencias de los grandes maestros en la composición y temática de sus obras son palpables, con la composición y saturación de color nacidas de la estética pop. Su inspiración más clara se encuentra sin embargo en las vanguardias, en la iconografía y el simbolismo de Dalí o Man Ray. Las obras en las que introduce las técnicas experimentales y manipulación digital, con una gran explosión de color, se convierten en objetos surrealistas, llenos de animales, flores y elementos animistas, recordando la obra de Georges Hugnet.
El universo de Ouka Leele se sitúa entre dos mundos: la pintura y la fotografía, lo terrenal y lo espiritual, el realismo y el subconsciente. Consideradas iconos de su tiempo, sus obras conectan con el espectador mediante la mirada poética e íntima.