El primer jueves de cada mes un gran número de eventos de libre ingreso, charlas, talleres e inauguraciones atraen la atención de un vasto público en la zona Este de Londres. Multitud de apasionados por el arte y curiosos, pueden disfrutar de esta propuesta cultural que prevé la apertura prolongada hasta las 21:00 horas de más de 130 galerías, instituciones y asociaciones culturales adheridas a la iniciativa. Esta cita mensual se ha convertido, gracias a la conocida Whitechapel Gallery junto a un ente estatal muy activo como es la Lottery Funded, en una oferta viva y dinámica relativamente organizada. Sin ánimo de encorsetar su espontaneidad natural sino como apoyo e incentivo, se organizan actividades complementarias como tours a pie o en autobús totalmente gratis, en los que un pequeño grupo, que previamente ha reservado su plaza, completa un itinerario diferente cada mes. No es la primera vez que participo de esta fiesta cultural y, aunque la manera más auténtica de disfrutar del acontecimiento es pasear por el área y encontrar espacios al azar, en ocasión del primer jueves del pasado mes de Abril, al no haber reservado un sitio en el tour del autocar, decido igualmente seguir a pie el patrón y las sugerencias que encuentro en el recorrido propuesto por el mismo. Son cuatro galerías que me harán terminar la velada en el corazón de Shoreditch, justo al lado de la ex White Cube Gallery de Hoxton, en la galería Daniel Blau.
La Galería Whitechapel es la primera etapa del itinerario pero su sala principal está cerrada por montaje, por lo que decido ponerme en marcha en dirección a Brick lane Street con la Galería SO como destino. Al salir me llama la atención la planta baja de la Sir John Cass Facultad de arte, arquitectura y diseño situada justo enfrente a la Whitechapel, que ha sido convertida para la ocasión en un improvisado espacio expositivo que decido visitar. La Bank Gallery presenta en este contexto la simbiosis entre las obras de los artistas Michael Evans y Anne Robinson. Sus imágenes digitales generan en la retina una combinación extraña de movimiento y suspensión, con una invitación a cuestionarse la pintura en la era digital, la pintura en sí misma como medio de expresión y la percepción sensorial del tiempo y el espacio en lo que denominan la abstracción inconsciente. Una propuesta interesante que me entretiene antes de retomar mi camino hacia la Galería SO.
Una vez en Brick Lane Street, calle conocida por su mercado dominical y siempre concurrida, sigo la pista gracias al mapa y encuentro con sorpresa que la dirección escrita lleva hasta la puerta de una casa aparentemente normal. Con discreción empujo y se abre ante mí un espacio de paredes blancas y gente que habla y contempla la obra del japonés Kimiaki Kageyama. Bajo el nombre “Still Flowers”, el artista en esta exposición recrea finamente con metal, resinas y materiales nobles un conjunto de flores, hojas y ramas. En las vitrinas las piezas aparecen frágiles y singulares, como joyas inspiradas directamente en la naturaleza en un juego entre realidad y ficción. Siguiendo el recorrido de la casa, paso por un patio con gente que charla distendidamente para entrar en un espacio expositivo sorprendente, un almacén remodelado y estructurado a modo de galería. Las paredes blancas de la anterior estancia son sustituidas por el ladrillo a caravista mientras la fineza sutil de las joyas del japonés da paso a un mensaje irónico de la mano del suizo Hans Stofer y a sus esculturas-collage que titula como “String Theory”.
Al salir de la galería pienso en el contraste de propuestas y me pregunto que me deparará la próxima exposición en el Rich Mix, un espacio multiusos en el que se hace música en directo, con un cine, una cafetería y diferentes ambientes. Al entrar sigo las indicaciones que me llevan por pasillos y escaleras hasta un espacio singular abarrotado de gente. Es una exposición de fotografía de Phil Maxwell, un símbolo de Brick Lane y la zona este londinense. Me abro paso entre la gente para dar saltos por décadas en la historia de esta famosa calle, con instantáneas que reflejan de una manera testimonial y espontánea, la vida, los contrastes y sucesos acaecidos allí durante los últimos 30 años. Con sorpresa, al terminar la secuencia, veo al fotógrafo que, absorbido por la gente, firma ejemplares de un libro que acaban de publicar sobre su vida.
Dejando atrás el bullicio me sumerjo entre grafitis y cláxones en el animado barrio de Shoreditch para terminar mi travesía en la plaza de Hoxton, con la Galería Daniel Blau como última parada. Ante mí se presenta un espacio expositivo diáfano, típico londinense. Las paredes se han emblanquecido aunque respetan su estructura original y son el soporte para la serie de fotografías del húngaro Robert Capa. Sus imágenes son el reportaje costumbrista de un corresponsal que fue de los pocos fotógrafos supervivientes en cubrir cinco de los acontecimientos más impactantes en la historia contemporánea: la Guerra Civil Española, la segunda guerra Sino-Japonesa, la segunda Guerra Mundial en Europa, la Guerra Árabe-Israelí y la Primera Guerra en Indochina. En este caso se proponen, a modo de documental social, obras muy raras que aparecen por primera vez, y otras que se han reconocido recientemente como originales del artista.
Satisfecho por el eclecticismo de los espacios, artistas y mensajes termina mi itinerario. Es imposible cubrir todos los eventos de la noche pero participar sirve para tomar conciencia de que el arte contemporáneo está muy vivo. El paso sucesivo será seguir los consejos de la web del evento y visitar las cinco exposiciones más relevantes del mes, empezando por la cuidadosa coreografía de secuencias de luz “Momentum” en la Curva, insólito espacio expositivo del centro cultural Barbican, que aparece en la primera posición. Este es el próximo objetivo. Por esta noche Londres ha bajado el telón, tendrá que ser otro día.