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El primer ejemplar de la revista-objeto Lalata aparecido en 2001, contenía un imán de nevera titulado «boca de riesgo» con la imagen impresa de una colilla apagada sobre una lengua y «tiburón», un sencillo abrelatas intervenido. Estos dos primeros objetos ideados por las albaceteñas Carmen G. Palacios y Manuela Martínez, apenas sumaban 35 gramos. Desde entonces Lalata no ha parado de crecer en tamaño y en participantes. Sus fundadoras y actuales coordinadoras siguen trabajando con empeño para que este proyecto artístico totalmente independiente siga adelante y ediciones especiales aparte, ya preparan la que será la número 18.

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Manuela Martínez y Carmen G. Palacios fundadoras de Lalata

Sus autoras definen Lalata como un contenedor de objetos artísticos que se sirve de una lata de uso alimenticio para su conservación y distribución. En cada edición el formato y el etiquetado suelen ser diferentes, aunque eso sí siempre se utiliza un envase de conservas cerrado herméticamente. En cada serie y a partir de un tema propuesto, uno o varios artistas autollamados «latistas» realizan a mano diversos objetos que debido al espacio limitado del contenedor deberán ser de tamaño reducido, además de aptos para su posterior envasado.

Este proyecto tiene mucha relación con la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, dónde estudiaron las cofundadoras y muchos de sus colaboradores. Desde su creación Lalata ha sido expuesta en galerías, museos y centros de arte como el Museo Vostell Malpartida, el Centre d’art La Panera (Lleida) o la Fundación Antonio Pérez (Cuenca). Ha pasado por ferias de arte como ARCO, Estampa, Art Madrid y ya forma parte de las bibliotecas del MoMA, Museo Reina Sofía o el IVAM entre otras. En 2009 apareció una imagen de Lalata en la portada del The Wall Street Journal ilustrando un artículo titulado «Reinventing the Magazine» en el que se abordaba el fenómeno de la edición experimental con relación a la crisis que actualmente sufren las revistas editadas en papel. Junto a Lalata aparecían también reseñadas la revista española La Más Bella, la sueca T-Post, la estadounidense Visionaire, y la británica Freestyle.

Para contextualizar correctamente Lalata debemos echar la mirada hacia atrás. Desde las vanguardias, han sido muchos los artistas que partiendo de sencillos objetos, mediante su descontextualización y desfuncionalización, les han otorgado nuevos significados elevándolos a la categoría de Arte. Duchamp y sus ready-made, así como su museo portátil con la seriación y miniaturización de sus principales obras, es un claro referente. Por otro lado, el auge a partir de los ochenta del objeto como tema y motivo de expresión llegará a alcanzar incluso el campo de la poesía, como ocurre en los poemas-objeto de Joan Brossa, que se basan en la confrontación de un título y un objeto descontextualizado. Brossa es sin duda otra de las referencias de los latistas. Señalar por último que Lalata no es un fenómeno aislado y hay que englobarlo en el auge que las  revistas ensambladas han tenido en las últimas décadas y que nos han dejado multitud de originales ejemplos en nuestro país como Caja de Truenos, La Nevera, La Más Bella que ya nombrábamos arriba o Laurel, entre otras muchas.

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Dcha: LALATA 0 contiene dos obras. 198 ejemplares. 2001. Izq: LALATA 6 «Lalata es una noche. La noche es una lata». 150 ejamplares. 32 piezas. 2004

Cuando llega un ejemplar de Lalata a tus manos siempre surge la duda entre abrirla o mantener indefinidamente sus misteriosos objetos en conserva. Una amiga latista me sugirió una vez organizar una fiesta para abrir un ejemplar que me habían regalado y así compartir mi sorpresa. Más allá de lo anecdótico, la originalidad de la Lalata reside en que este proyecto colectivo, suma de sinergias y distintos modos de encarar la creación, nos permite disfrutar directamente de la obra del artista y no a través de una fotografía como ocurre en las publicaciones tradicionales. Este aspecto junto con la ironía no exenta de humor de muchos de sus objetos son sus mayores activos. Como afirman sus creadoras: «Esta publicación no habla de arte, sino que contiene arte». Y quizás esto lo resume todo.

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LALATA 16. «Por contra. Diccionario de antónimos». Cada ejemplar contiene un par de objetos opuestos. 84 artistas. 1830 huchas dobles cerradas.

http://www.lalata.es/